martes, 17 de septiembre de 2013

Responsabilidad tributaria, un paso valioso hacia la responsabilidad social


A todas las personas nos interesa saber qué son las responsabilidades tributarias, en dónde se originan y cuál es la importancia de su cumplimiento.

Aunque no hablemos particularmente de cada una de ellas, nos proponemos facilitar su comprensión y exponer la importancia del comportamiento ético en las acciones de los ciudadanos en su relación con el deber de la contribución. 

Las responsabilidades tributarias son las distintas obligaciones, sustanciales (pago de los impuestos) y formales (declaraciones, presentación de información, inscripción y actualización en el registro único tributario, RUT, entre otras), que se originan por el hecho económico en cabeza de una persona natural o jurídica.

El Estado permite el desarrollo de una actividad económica legal, la explotación, producción y comercialización de bienes y servicios, la posesión y uso de propiedades, el ejercicio de profesiones y oficios, todos ellos en función de la construcción de la sociedad que nos hemos propuesto y así facilitar el bienestar de las personas. Como respuesta, el ciudadano asume el cumplimiento de las obligaciones tributarias correspondientes.

El incumplimiento de una responsabilidad tributaria por parte de un contribuyente expresa un comportamiento de falta de solidaridad  con el resto de la sociedad, lo que lleva a mostrar que no es solo la omisión de la obligación tributaria la que se afecta, sino la ausencia de responsabilidad social.

Cuando el monto del impuesto que se paga no es el esperado, ya sabemos que se afectan los ingresos que harían  parte del presupuesto y  si además el contribuyente omite información o incumple con obligaciones formales, engaña no solo al Estado sino a los demás contribuyentes y ciudadanos que están actuando de manera honesta y transparente.

Entonces, las actuaciones éticas de los ciudadanos, de las empresas, de los funcionarios y del Estado, son la base para construir confianza mutua. Cada hecho que altere la responsabilidad y el compromiso social debilita la confianza, y si la confianza se pierde, se pierde el proyecto de construcción de sociedad y la posibilidad de bienestar de las personas.

La tarea para todos los ciudadanos es doble: en primer lugar, cumplir con el compromiso social comenzando con las responsabilidades tributarias con el fin de fortalecer la confianza y la construcción de sociedad y en segundo lugar, propiciar en todas las personas el comportamiento responsable y ético con lo cual se fomentarían las relaciones económicas legales, honestas y transparentes.

La sociedad actual no puede permitirse un incumplimiento, una infracción ni un delito más en materia tributaria, aduanera o cambiaria.

A propósito de las responsabilidades y el cumplimiento oportuno, invitamos a las personas naturales obligadas a presentar su declaración de renta del año anterior.  Consultar el vínculo de la página:


Cultura de la Contribución, un compromiso de 
construcción colectiva de sociedad y bien común.